Eulàlia de Pons Brut Reserva

Comentario

Es imposible olvidar aquellas melopeas de púber de pueblo en plena navidad, -cuando la navidad todavía no daba asco- propiciadas por brebajes espumosos infames de los que nuestros progenitores adquirían grandes cantidades en el supermercado. Aquellos bebedizos llevaban estampada la denominación Cava y eso, amigos míos, entre resacas infernales merecedoras de exorcismos ejecutados por el padre Karras, me hizo odiar dicha bebida durante muchos años. La vida está llena de injusticias, pero el mundo cambia y yo también.

He sido reacio a las burbujas durante muchos años -e imbécil, pero eso es otra historia-. Sin embargo, ya hace tiempo que el tupido velo de estupidez que me rodea es más tenue. El Cava de calidad está ahí, al alcance de la mano, y a menudo es tan asequible como esta pequeña maravilla que hoy ocupa este espacio.

Eulàlia de Pons Brut Reserva es un Cava de los llamados de perfil maduro. La crianza es de un mínimo de dos años y eso se nota. En nariz son evidentes las notas clásicas de espumoso de buena evolución: manzana golden muy madura que ha empezando a oxidarse, toques de pastelería que recuerdan al merengue y la milhoja y algunos matices florales. Todo ello con finura y elegancia. En boca tiene buena cremosidad y tensión, una burbuja fina totalmente integrada, una buena acidez y un suave amargor que redondea el conjunto. A pesar de su madurez, no hay rastro de pesadez en ningún momento. Resulta fresco y muy agradable y apetece seguir bebiendo sin parar.

Que doce euros no es nada, que febril la mirada, que errante en la sombra te busca y te nombra… Beban Cava bueno, coño.

Comida

Es un poco triste, pero no recuerdo con qué “maridé” este vino… No obstante, me parece que unas buenas verdinas con almejas serían gloria bendita con estas burbujas.